Exposición permanente
En el Centro de Recursos, Interpretación y Estudios de la Escuela (CRIEME) de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria se reproduce la evolución de la historia de la enseñanza en España desde los comienzos de la implantación de un sistema nacional de educación en el primer tercio del siglo XIX. Para ello, se visitan cuatro aulas de cuatro épocas sucesivas, donde, a partir del mobiliario y el utillaje escolar de las mismas, se explican los cambios que ha tenido el papel de la instrucción en la vida de los ciudadanos a lo largo de siglo y medio. Además, en una sala se reproduce un laboratorio escolar
Aula histórica
El aula histórica es un espacio dedicado a la presentación de objetos en un entorno contextualizado. Los elementos son muestras de diferentes periodos pero están organizados de forma que simulan la estructura de una clase.
Exposición Temporal "Maravillas del mundo en los libros escolares"
La creación de un sistema nacional de educación nació en España en la primera mitad del siglo XIX con pretensiones modestas. En las escuelas de esa época, los niños y niñas aprendían solamente a leer, a escribir, las cuatro reglas de la aritmética, doctrina cristiana y educación cívica.
Pero, ya finalizando el siglo XIX, a los escolares se les ofrecía la posibilidad de adquirir una cultura más amplia.
En lugares donde la vida transcurría de una manera monótona, las escuelas fueron las ventanas para conocer cosas sorprendentes que había a lo largo de la inmensidad del mundo. Muchas cosas maravillosas que podían los alumnos contemplarlas en las láminas colgadas de las paredes del aula, en las ilustraciones de los libros escolares y, ya en época más reciente, con los nuevos medios audiovisuales.
La escuela acercó, de esta manera, a los escolares a las civilizaciones ya desparecidas de las que se conservan restos arqueológicos, a algunos los recónditos lugares de la tierra que se estaban aún descubriendo o a los últimos avances de la ciencia.
Muchas generaciones de ojos infantiles, gracias a la escuela, impresionaron en sus retinas que el mundo estaba lleno de maravillas.